Comparto totalmente el artículo. Pero existe un problema tremendo. Quien aglutina a la oposición, o constituye el nervio de la oposición, y que se perfila como el beneficiario político de una derrota de Milei, es el peronismo doble K. (Kirchner/Kicillof). Para la mayoría se trata de optar entre seguir friéndose en la sartén o saltar al fuego.
Tengo la percepción (o sea, no tengo fundamento estadístico) de que la caída constante de la intención de voto a favor del mileísmo se ha atenuado y hasta que capaz que se revierta, ojo, perdiendo por menos margen. Por la sencilla razón de que el peronismo doble K se ha sentido ganador y sin la menor autocrítica y sin la menor verguenza viene festejando el retorno al poder. Lo que lógicamente ha despertado el espanto de gente que se hartó de eso. Recordemos que en 2023 el 56% mostró este hartazgo. Creo que lo que tendrían que haber hecho es quedarse mudos porque la mejor campaña se las estaba haciendo Milei y ellos se beneficiaban sin hacer nada y sin recordarle a ese 56% el desastre y la desesperanza que había causado su último gobierno.
Hoy entiendo a la gente amiga que vota Fuerza Patria y a la que vota a los candidatos de Milei… se me rompe el corazón, pero los entiendo. Personalmente voy a votar terceras opciones, en Salta tengo una bastante potable. O votar en blanco o quedarme coquiando y viendo jugar a los nietos.
Por eso en el artículo La Hora de Villarruel que firmé hace poco, sostengo que lo mejor es que a Milei le vaya mal pero que un eventual recambio constitucional esté a cargo de Victoria. Porque, como dije, suscribo cada palabra de Santiago González en el post que comento, pero aborrezco que el peronismo doble K se beneficie sin merecerlo por el desastre de Milei. Que la santísima Virgen interceda por nuestra patria en esta hora tan brava.
Comparto totalmente el artículo. Pero existe un problema tremendo. Quien aglutina a la oposición, o constituye el nervio de la oposición, y que se perfila como el beneficiario político de una derrota de Milei, es el peronismo doble K. (Kirchner/Kicillof). Para la mayoría se trata de optar entre seguir friéndose en la sartén o saltar al fuego.
Tengo la percepción (o sea, no tengo fundamento estadístico) de que la caída constante de la intención de voto a favor del mileísmo se ha atenuado y hasta que capaz que se revierta, ojo, perdiendo por menos margen. Por la sencilla razón de que el peronismo doble K se ha sentido ganador y sin la menor autocrítica y sin la menor verguenza viene festejando el retorno al poder. Lo que lógicamente ha despertado el espanto de gente que se hartó de eso. Recordemos que en 2023 el 56% mostró este hartazgo. Creo que lo que tendrían que haber hecho es quedarse mudos porque la mejor campaña se las estaba haciendo Milei y ellos se beneficiaban sin hacer nada y sin recordarle a ese 56% el desastre y la desesperanza que había causado su último gobierno.
Hoy entiendo a la gente amiga que vota Fuerza Patria y a la que vota a los candidatos de Milei… se me rompe el corazón, pero los entiendo. Personalmente voy a votar terceras opciones, en Salta tengo una bastante potable. O votar en blanco o quedarme coquiando y viendo jugar a los nietos.
Por eso en el artículo La Hora de Villarruel que firmé hace poco, sostengo que lo mejor es que a Milei le vaya mal pero que un eventual recambio constitucional esté a cargo de Victoria. Porque, como dije, suscribo cada palabra de Santiago González en el post que comento, pero aborrezco que el peronismo doble K se beneficie sin merecerlo por el desastre de Milei. Que la santísima Virgen interceda por nuestra patria en esta hora tan brava.
José Durand Mendioroz
Es una elección legislativa, no presidencial.