“¿Qué nos impide a nosotros encontrarnos en una mateada, conversar junto a unos fogones…?”
Nos lo impide el dogma del “distanciamiento” y la cuarentena, que ha sido impuesto precisamente con la premisa de fomentar la fragmentación social, la división del pueblo en tribus enfrentadas. Es el tiro de gracia para rematar a una sociedad moribunda.
Sólo una desobediencia radical y generalizada puede superar esta situación.
Excelente reflexión. Es quirúrgica la apreciación de señalar a 1983 como el año en que se aceleró la decadencia argentina. Pero semejante debacle sólo es atribuible a un conjunto de factores en los que las responsabilidades siempre son compartidas. En los años en que algunos hombres intentaron un principio de reconstrucción ( 1955 – 1966 – 1976) la sociedad respondió de la peor manera. Tal vez nos merezcamos nuestro destino miserable.
👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
“¿Qué nos impide a nosotros encontrarnos en una mateada, conversar junto a unos fogones, convocar de paso a algún guitarrero que nos ayude a templar el ánimo, a unirnos para la urgente, hermosa empresa de recuperar la Patria?”. Excelente propuesta. El ejercicio cívico se aprende aprendiendo su ejercicio práctico, cortito y al pié. Gracias Santiago.-
“¿Qué nos impide a nosotros encontrarnos en una mateada, conversar junto a unos fogones…?”
Nos lo impide el dogma del “distanciamiento” y la cuarentena, que ha sido impuesto precisamente con la premisa de fomentar la fragmentación social, la división del pueblo en tribus enfrentadas. Es el tiro de gracia para rematar a una sociedad moribunda.
Sólo una desobediencia radical y generalizada puede superar esta situación.
Excelente reflexión. Es quirúrgica la apreciación de señalar a 1983 como el año en que se aceleró la decadencia argentina. Pero semejante debacle sólo es atribuible a un conjunto de factores en los que las responsabilidades siempre son compartidas. En los años en que algunos hombres intentaron un principio de reconstrucción ( 1955 – 1966 – 1976) la sociedad respondió de la peor manera. Tal vez nos merezcamos nuestro destino miserable.
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“¿Qué nos impide a nosotros encontrarnos en una mateada, conversar junto a unos fogones, convocar de paso a algún guitarrero que nos ayude a templar el ánimo, a unirnos para la urgente, hermosa empresa de recuperar la Patria?”. Excelente propuesta. El ejercicio cívico se aprende aprendiendo su ejercicio práctico, cortito y al pié. Gracias Santiago.-