El delicado estado de salud de la presidente argentina, del que la ciudadanía viene enterándose por cuentagotas, trajo necesariamente al primer plano el penoso asunto de la sucesión, temporal o permanente. El primero en la línea de reemplazantes es el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, uno de los funcionarios del gobierno kirchnerista que más causas por corrupción ha acumulado en su contra. Le sigue la presidenta del Senado, Beatriz Rojkés, esposa del gobernador de Tucumán... Continúa →